Contra el positivismo, libros para fortalecer la esperanza


Me suena frívola la insistencia en que ahora tenemos todos más tiempo libre. El trabajo profesional se ha incrementado para muchos. Y las tareas domésticas. Y la atención a los hijos o a los padres. Por no hablar de quienes tienen familiares en aislamiento en sus casas, a los que hay que preparar comidas y atenderles lo mejor posible.

También cansa eso que se llama “positivismo”, placebo contra el miedo al sufrimiento. La propaganda nos quiere hacer creer que todo saldrá bien. La realidad es que no lo sabemos. Es la incertidumbre de nuestra condición de criaturas, que se convierte en insoportable cuando no se reconoce que la historia tiene un Señor.

Sea como fuere y con perdón por el simplismo de la reflexión anterior, parecen buenos tiempos para lecturas provechosas. Hay quien elegirá el libro como un sedante y optará por literatura evasiva. Por mi parte, prefiero que la lectura sea una ayuda para fortalecer el espíritu. En esa línea, aquí van unas recomendaciones de obras de no ficción, dentro del periodo que cubre este blog (yendo más atrás uno puede recurrir a joyas tan ad hoc como El diálogo de la fortaleza contra la tribulación, de Santo Tomás Moro o sus mismas cartas desde la Torre). Cuatro son bastante conocidas y una muy poco -por eso hago un pequeño comentario-, con un denominador común: son historias de personas que afrontan con esperanza enormes adversidades.

Cisnes salvajes, Jung Chang

Tempestades de acero, Ernst Jünger

El infierno de los jemeres rojos, Denise Affonço

Sur, Sir Ernest Henry Shackleton

To raise the fallen, Fr Willlie Doyle, S.J. 
Doyle (https://fatherdoyle.com/) fue un sacerdote irlandés, capellán militar durante del Primera Guerra Mundial, que murió en acto de servicio en Passchendaele el 16 de agosto de 1917 (pongo su dies natalis con la esperanza de que su causa de beatificación avance). La obra es una recopilación de sus cartas desde el frente y de diversos escritos espirituales. Deja huella.

Agustín de Hipona. Peter Brown


Tras diversas recomendaciones, me atreví con esta biografía de San Agustín, considerada como “de referencia”, cuya primera edición es de 1967 y la última, ampliada, de 2000. Peter Brown es un historiador prestigioso, profesor entre otras universidades de Oxford, ya emérito.

Lectura un tanto ardua porque es una biografía intelectual. Los acontecimientos vitales no son del todo los protagonistas de la obra, sino más bien el marco de esta historia de las ideas de San Agustín, de sus orígenes, influencias y desarrollo. En un periodo histórico, finales del siglo IV y principios del V, mucho más complejo de lo que a este profano le parecía: decadencia del Imperio, herejías, una Iglesia que no termina de asentarse… un cambio de época.

Se entiende el éxito de la obra por este enfoque digamos filosófico, pues Agustín de Hipona es, claro, un gran pensador. Pero a mí me interesa más el santo, de ahí que hubiera preferido más atención a lo puramente factual. También hay en la aproximación de Brown a una personalidad extraordinaria más interpretación psicológica de los hechos de lo que tal vez sería razonable. En ese sentido, es una semblanza perspicaz, pero, en ocasiones, falta de fundamento: algunas deducciones no parecen sostenerse en fuente alguna.

Una obra más para interesados en la filosofía agustiniana que en la biografía de un padre de la Iglesia. Cuestión de expectativas personales -el libro es, sin duda, el trabajo de un gran investigador-, en mi caso, defraudadas.

Nota: 6.