El ruido del tiempo. Julian Barnes


No me ha gustado lo que he leído de Barnes. Excesivamente pedante y “literario”, en el peor sentido de la palabra. No me parece que admita la comparación -por lo demás, frecuente- con  su compañero generacional, McEwan. Prefiero también a Amis, aunque me resulta asimismo pedante (por cierto, en cuanto denuncia de las miserias del comunismo, su Koba, el temible resulta superior a este libro).

En este caso, sí me ha parecido una buena novela. Se trata de una recreación de la vida de Shostakovic, en particular, de su relación con un poder totalitario como el comunista. El ambiente de opresión obsesiva está magníficamente descrito. También la fuerza que tiene cualquier vocación artística real, a la que el músico supedita todo, incluso en alguna medida su moralidad (acepta una cierta connivencia con el sistema, que le maltrata, pero no del todo). Shostakovic tenía una personalidad compleja y atormentada, que es retratada con precisión y cierta simpatía. Da la impresión de que a Barnes, como escritor, también le parece que el artista puede gozar de otros códigos morales.

Me enfada el paralelismo igualador que desliza en algunos momentos entre el sistema capitalista y el comunista, como si ambos fueran solo máscaras distintas, pero equivalentes, de un poder omnímodo.

En todo caso, se trata de una novela profunda en torno al arte y el poder, muy bien escrita, que se lee con interés de principio a fin.


Nota: 8.