Relámpagos. Jean Echenoz


Echenoz es uno de mis escritores franceses favoritos. Bueno, solo tengo dos. El otro es Carriere, autor de unas de las mejores novelas que he leído: El adversario, una especie de A sangre fría a la francesa (un clásico contemporáneo que no reseño aquí por haberlo leído hace mucho, pero que recomiendo vivamente).

Echenoz me gusta por su estilo sencillo, directo e inteligente: va al grano en todas sus historias con gran perspicacia. Particularmente redonda me pareció Correr, su notable biografía novelada de Emile Zatopek.

Relámpagos es también una biografía novelada, aunque de inferior calidad a Correr. El material en este caso es la vida de Nicola Tesla, inventor de casi todo lo uno puedo pensar en el ámbito de la electro magnética (https://es.wikipedia.org/wiki/Nikola_Tesla). Un visionario quasi autodidacta -no terminó los estudios en la Universidad de Graz-, obsesivo con su trabajo, misántropo, vanidoso y egocéntrico, que responde al arquetipo del genio tan brillante como incomprendido, con un punto de ingenuidad que le hará presa fácil de distintos aprovechados, no pocos en los Estados Unidos de finales del XIX, cuando se desarrolla el capitalismo de las grandes fortunas. De hecho, murió arruinado, también por su propia torpeza financiera. 

Como suele pasar con Echenoz, el libro se lee muy bien por su estilo ágil y claro. Y la vida del personaje da mucho juego: de la gloria al fracaso y al revés a lo largo de varias décadas, aunque resulta un tanto negativa y oscura su aproximación al personaje. Tesla era muy rarito, desde luego, pero al abundar en su excentricidad se queda uno con la impresión de que el retrato resulta tal vez un tanto morboso. Algo más que extravagancia habría en una mente tan fértil.

Nota: 7.